lunes, 21 de noviembre de 2011

Gases de efecto invernadero batieron nuevos récords de concentración en 2010: Organización Meteorológica Mundial

Los principales gases de efecto invernadero que causan el calentamiento climático batieron nuevos récords de concentración en 2010, denunció este lunes la Organización Meteorológica Mundial (OMM).


  "En 2010, el contenido en la atmósfera de gases de efecto invernadero", cuyo origen fue ocasionado por los seres humanos, "alcanzó una vez más niveles nunca antes registrados desde la época preindustrial", declaró el secretario general de la OMM, Michel Jarraud.
 

  "Incluso si consiguiéramos detener hoy nuestras emisiones de gas de efecto invernadero, lo que está aún lejos de ser el caso, los gases ya presentes en la atmósfera permanecerían en ella durante decenas de años y seguirían perturbando el frágil equilibrio de la tierra y del clima", añadió.
  Los gases de efecto invernadero captan parte de los rayos solares que atraviesan la atmósfera, lo que genera un calentamiento.


  El dióxido de carbono (CO2) es el gas de efecto invernadero de origen humano más importante, y representa el 64% del calentamiento climático. Se origina en particular en la combustión de energías fósiles, como el petróleo.


  El metano es el segundo, y está causado por factores tan diversos como el estiércol o los desechos, entre otros.
  La OMM destaca que tras "un período de estabilización temporal relativa (1999-2006), la concentración de metano en la atmósfera volvió a aumentar, y los científicos se esfuerzan por descubrir las razones de ello".


  Una de las causas podría ser el deshielo del permafrost en el Antártico o el aumento de las zonas húmedas en las regiones tropicales.
  El protóxido de azote (N20), otro gas de efecto invernadero, también contribuyó al calentamiento del planeta. En 2010, el contenido de N20 en la atmósfera era superior en un 20% respecto al año 1750, considerado como el inicio de la era industrial, según la OMM.
 

  Su impacto sobre el clima, en un período de 100 años, es "298 veces superior al del dióxido de carbono, en emisiones iguales", indica la OMM, que precisa que esta gas "desempeña un rol importante en la destrucción de la capa de ozono estratosférica, que nos protege de los rayos ultravioletas nocivos emitidos por el sol".
 

  La OMM, por intermedio de su Programa de vigilancia de la atmósfera global (VAG), coordina las observaciones de gas de efecto invernadero a través de una red de estaciones repartidas en más de 50 países.
 

  Este informe sobre los gases de efecto invernadero es el séptimo publicado por la OMM desde 2004. Fue divulgado una semana antes de la conferencia sobre el clima de la ONU, que se celebrará en Durban, en Sudáfrica.
 

  Del 28 de noviembre al 9 de diciembre, los participantes en esta conferencia intentará, bajo la égida de la ONU, limitar el calentamiento del planeta a 2°C.
  Esta conferencia es considerada como una última oportunidad para encontrar una forma de avanzar en la lucha contra el cambio climático, pues el Protocolo de Kyoto, que contempla compromisos para reducir las emisiones de carbono, expira a fines de 2012.

http://www.panoram.com.ve/portal/app/vista/detalle_noticia.php?id=1348

domingo, 20 de noviembre de 2011

Polémico auge: el doping mental para estudiar - 19.11.2011 - lanacion.com  

LONDRES.- La mayoría de nosotros desearía poder alcanzar siempre su mayor rendimiento mental. Podríamos tomar una taza de café para permanecer alertas o salir a correr para sentirnos mejor. Entonces, ¿qué tendría de malo tomar una pastilla para conseguir el mismo efecto?

Una reciente encuesta realizada por New Scientist reveló que el 38% reconoció haber tomado, por lo menos una vez, algún "estimulante cognitivo", y el 92% aseguró que lo tomaría de nuevo.

Las llamadas drogas para el mejoramiento cognitivo son medicamentos que se prescriben para tratar afecciones médicas, pero que también son conocidas por su efecto para mejorar la memoria y la concentración. Mucha gente las compra por Internet, lo que es riesgoso porque no se sabe lo que se adquiere. Tampoco sabemos casi nada sobre su efecto a largo plazo sobre el cerebro de la gente sana, particularmente la de los jóvenes. Pero algunos científicos creen que podrían tener un papel benéfico en la sociedad, si se las regula adecuadamente.

En la encuesta, la gente reconoció haber tomado modafinilo, normalmente prescripto para desórdenes del sueño, metilfenidato (popularmente conocido por su nombre comercial Ritalina) y la combinación amfetamina/dexanfetamina, utilizada para el trastorno por déficit de atención con hiperactividad.

El rango de experiencias es impactante. Un participante escribió: "Me ayuda a aumentar mi concentración. Puedo estudiar un tópico durante seis horas que, por ejemplo, que me hubiera aburrido hasta las lágrimas en sólo dos horas". Otro escribió: "No me ayudó en nada, pero me sentí ansioso y excitado, no me pude sentar tranquilo hasta 15 horas más tarde".

Cuando se le preguntó sobre el potencial impacto en la sociedad, la gente mostró preocupaciones más allá del tema de la seguridad. Advirtieron que las drogas podrían crear una educación de dos niveles, en la cual algunos pudieran solventarse las drogas y otros no. También manifestaron preocupaciones más amplias, como "si la sociedad ha llegado a un punto en el que tenemos que tomar estimulantes para funcionar, entonces ésta es una sociedad que ha colocado el rendimiento por encima de la felicidad y la salud".

Laurie Pycroft, estudiante de la Universidad de Oxford, habló sobre su experiencia con el modafinilo. "Lo he tomado una pocas veces, primeramente por su habilidad para aumentar mis horas en vela y para permitirme concentrar y estar despierto durante largos períodos de tiempo. No lo tomo muy a menudo, pero si quiero estar despierto durante 30 horas cuando trabajo en un ensayo, es muy útil."

Palabras a favor

Interesado en aprender más contacté a Barbara Sahakian, neurocientífica de la Universidad de Cambridge. Ella y su equipo trabajaron con gente con Alzheimer y Parkinson. Un área de su investigación está probando si las drogas estimulantes de la cognición, como el modafinilo, ayudan realmente.

Sahakian piensa que estas drogas podrían jugar un papel más amplio en la sociedad. Su más reciente investigación mostró que los cirujanos privados del sueño tenían mejores logros con el modafinilo. "Pienso que hemos subvaluado a las drogas. Como sociedad quizá podríamos ir hacia adelante si todos tuviéramos una forma de estímulo cognitivo que fuera seguro", comentó.

Decidí experimentar con la droga por mí mismo, pero antes tuve que asegurar a James Rowe, colega de Sahakian, que no había ningún riesgo. Tomé una tableta dos días seguidos sin saber cuál era modafinilo y cuál era un placebo. Luego hice más o menos una hora de tests para evaluar memoria, estrategia, planificación e impulsividad.

El segundo día me sentí más concentrado y controlado y pensé que había realizado mejor los tests. Ese fue el día en que se me había suministrado modafinilo. Rowe resumió así mi actuación: "Lo que hemos visto hoy es mejorías muy llamativas? en memoria y también en sus habilidades de planificación e impulsividad".

La naturaleza humana nos lleva a luchar contra nuestras limitaciones, pero ¿qué pasa con los riesgos? Antes de autorizar una droga como estimulante cognitivo para la gente sana los reguladores requerirán estudios de seguridad a largo plazo para poder medir los riesgos y beneficios. Las compañías farmacéuticas no tienen apuro para llevar a cabo esos estudios, pero Sahakian está solicitando que ese trabajo se realice antes que alguien se vea afectado.

Pero no son sólo los estudiantes los que manifiestan considerar beneficiosas a las drogas. Anders Sandberg del Future of Humanity Institute de Oxford, habla abiertamente sobre el uso de drogas estimulantes de la cognición. Está por comenzar un estudio en Alemania para comparar los efectos de una serie de estimulantes cognitivos -la grelina, que promueve el apetito, y la oxitocina, que está asociada con la empatía- con lo que lama "rendimiento moral". "Una vez que hayamos descubierto cómo funciona la moralidad como sistema emocional y mental, tendrían que haber maneras de mejorarla", comentó.

En pocas palabras, las pastillas estimulantes de la cognición son una realidad, y la gente las está utilizando. Pero, ¿cómo nos sentimos al saber que algunos compañeros de nuestros hijos puedan estar tomando esas drogas para tener un mejor rendimiento escolar o que un candidato que se presenta a una entrevista de trabajo pueda utilizar modafinilo para eclipsar a otros? ¿Y quién era el verdadero yo, el que tomó modafinilo o el que no lo hizo? Quizá deberíamos comenzar a pensar en estas cuestiones antes que aparezcan drogas que nos ofrezcan mucho más que unos pocos puntos de mayor rendimiento.

Traducción de María Elena Rey

http://www.lanacion.com.ar/m2/1424684-1424590-alguna-vez-tomo-psicofarmacos-para-estudiar

viernes, 18 de noviembre de 2011

Millones sufren de pérdida de audición por causa de música muy alta - AOL Latino

Por muchos años se creyó que la pérdida de audición de debía principalmente al envejecimiento, sin embargo, ese pensamiento ahora se encuentra en contradicho. Esto ya que un nuevo reporte publicado en el Archives of Internal Medicine, reveló que más de 48 millones de estadounidenses (1 de cada 5) mayores de 12 años tienen problemas de audición en ambos oídos en gran parte por causa de la forma en que escuchan la música.Según reportara CNN, aun cuando tanto la genética de una persna como el envejecer podrían tener un rol en la condición, los nuevos hallazgos muestras que el exponerse a ciertos ambientes también puede ser el causante de la condición.

Un ejemplo de esto es el uso de audífonos en volúmenes excesivos, ya que las ondas de sonido muy altos afectan las señales que llegan al cerebro. La pérdida de audición es gradual y personas con mayor susceptibilidad serán los que se vean más afectados por la misma.

Para evitar el daño que la música muy alta podría causar al oído, expertos recomiendan que las personas tengan cuidado con el volumen en que escuchan artefactos como MP3. Para esto, nunca deben pasar de la mitad (57.5 decibeles) del sonido que son capaces (115 decibeles) de emplear ya que un poco más (85 decibeles) y se corre un riesgo de sufrir de sordera.

¿Cuán alta escuchas la música a través de tus audífonos

http://m.aollatino.com/blog/salud/2011/11/18/musica-alta-sordera/?utm_source=twitterfeed&utm_medium=twitter

sábado, 12 de noviembre de 2011

Así surfeó Garrett una ola de 27 metros

El estadounidense surfeó una ola que los especialistas han medido en 27 metros de altura

La hazaña se produjo hace unos días en la costa portuguesa de Nazaré, en Portugal

http://nauta360.expansion.com/2011/11/11/zona_de_accion/1321030685.html

martes, 8 de noviembre de 2011

Hoy cumple 40 años 'Stairway to heaven': diez cosas que no sabías de la gran balada rock en RollingStone

El 8 de noviembre de 1971 se publicó en EE UU 'IV', de Led Zeppelin, álbum que contiene el sueño húmedo de un guitarrista principiante, la madre de todas las canciones lentas rockeras. Celebramos su aniversario. Por Tito Lesende.

http://www.rollingstone.es/noticias/view/hoy-cumple-40-anos-stairway-to-heaven-diez-cosas-que-no-sabias-de-la-gran-balada-rock

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Lou Reed Metallica - 'Lulu' 11/1 | Rolling Stone

"Everything is cut live – us staring at each other, playing," Lou Reed says of his new collaboration with the world's biggest metal band: 10 songs about extreme desire and violence, originally written by Reed for a theatrical production in Berlin and recorded with magnum-concert force at Metallica's studio north of San Francisco. "It's like going back to the garage when you're 15 years old," adds drummer Lars Ulrich, sitting next to Reed one day during the sessions. "A very expensive garage," Reed cracks dryly.

Reed and Metallica first played together at the 2009 Rock and Roll Hall of Fame anniversary concerts in New York. "We knew we were made for each other," Reed contends. Indeed, the wildest thing about Lulu may be how natural he and the band sound together: the way James Hetfield's Viking bellow dogs Reed's parched vocal desperation in "Cheat on Me"; Metallica's perfect whiplash against the masochistic pleading in "Mistress Dread." "It was all about the lyrics," Hetfield says of the riffs and arrangements Metallica contributed to Reed's songs. "What is he trying to get across here? What is the feel? Whatever the feel is, let's amplify it."

Read more: http://www.rollingstone.com/music/photos/fall-music-preview-the-seasons-hottest-albums-20110914/lou-reed-metallica-lulu-11-1-0584744#ixzz1cZuGzD4c

Fall Music Preview: The Season's Hottest Albums Pictures - Lou Reed Metallica - 'Lulu' 11/1 | Rolling Stone

El manual de la buena vida · ELPAÍS.com Noruega un ejemplo a seguir

Es el país que mejor funciona de Europa. Crece, no tiene paro, su deuda es mínima y está en cabeza de las clasificaciones sobre desarrollo humano. Es una sociedad que ha reconciliado el individualismo de sus habitantes con una idea de proyecto en común. Y ha triunfado. El petróleo ha hecho el resto. El atentado del mes de julio indica que la integración de la inmigración es su asignatura pendiente. Así es la potencia más silenciosa.

Sencilla en su complejidad como ocurre siempre en la arquitectura nórdica; alzada sobre el mar; inmersa en un inmaculado parque de adoquines sembrado de violetas en el que cuando surge un despistado rayo de sol brota una marea de bebés y pensionistas en atuendo deportivo; con nueve siglos de historia, la catedral luterana de Stavanger, en la costa suroeste de Noruega, está considerada la más antigua del país. Su interior, mudo, pulcro, sobrio, sin imágenes, en el que las viejas tablas del suelo crujen bajo los pasos de los fieles, es el mejor reflejo del frugal estilo escandinavo de interpretar la vida, donde el lujo y el alarde son un pecado cívico y moral. El negro y el gris son los colores de este país: de su cielo gran parte del año; del salvaje mar del Norte; de la discreta ropa de su gente; de las rancheras suecas y alemanas; de las calles de Oslo. El negro y el gris mimetizan a los noruegos con su entorno, los uniformizan y hacen que sea difícil detectar la diferencia de clases. "No pienses que eres especial", rezaba la filosofía igualitarista del país.

ntenario templo de Stavanger encierra otra metáfora del alma de Noruega. No tiene rígidos bancos corridos de madera como en las iglesias católicas donde los devotos se amontonan codo con codo. Aquí cada fiel ocupa una amplia e idéntica silla individual de asiento mullido con un pequeño espacio para que descanse el breviario sin molestar al vecino. Cada silla es una isla. No hay contacto físico entre los devotos. Si la vista desciende un poco, se percibe que todas están unidas con abrazaderas metálicas. Cada silla ocupa su propio espacio, pero es imposible separarla de su fila.

La riqueza petrolera que engrasa toda la economía les reafirma en su modelo social

El modelo noruego funcionó mucho antes de que encontraran petróleo

El ministerio de Igualdad tiene un presupuesto de 1.000 euros por habitante

En la 'zona cero' de oslo, los grandes destrozos del atentado son visibles

El Fondo público del petróleo tiene 400.000 millones de euros

El ultra Partido del Progreso obtuvo en 2009 el 23% de los votos

No quieren cambiar, nolo lograron ni los nazis durante la ocupación

Juntos, pero no revueltos. Así son los noruegos. Un pueblo que, más allá de la riqueza que le proporciona el mar, sus bosques y el petróleo, ha basado su éxito económico y social en reconciliar su individualismo, herencia de un pasado de pescadores y campesinos aislados en cabañas de madera y en contacto íntimo con una naturaleza bella y dura; pobres, libres, puritanos y autosuficientes, con el extremo opuesto: con un profundo sentido comunitario que apuesta por el bien de todos, la igualdad, la solidaridad y, sobre todo, la confianza en el Estado niñera, que se ocupa sin grietas aparentes del bienestar de sus ciudadanos a través de las más generosas y antidiscriminatorias prestaciones sociales del planeta. Al tiempo, regula extensas parcelas de la vida de los noruegos (su educación, salud, pensiones, relaciones laborales y distribución de la riqueza) sin que a nadie parezca molestarle.

En Noruega, el servicio militar es obligatorio, y el 95% de las escuelas, públicas. El IVA alcanza el 25%. El petróleo es de propiedad estatal. Y los buenos estudiantes reciben generosos préstamos del Estado para matricularse en las mejores universidades del mundo. El Estado controla hasta el consumo de alcohol, cuyo monopolio ostenta a través de la red de tiendas Vinmonopolet, únicos comercios en Noruega donde se pueden comprar licores de más de 4,75 grados a un precio hasta tres veces más caro que en España. Una de las aficiones favoritas de los noruegos es saquear de bebidas alcohólicas y cartones de cigarrillos los anaqueles de las tiendas libres de impuestos de los aeropuertos en cuanto salen de su país. Una botella de whisky es un regalo siempre bien recibido en un hogar noruego. Sus anfitriones le acogerán descalzos, risueños, rodeados de niños, con una tarta casera y expresándose en un inglés perfecto.

Al mismo tiempo que el sueño igualitario del Estado de bienestar, acuñado tras la II Guerra Mundial y que ha estructurado desde entonces la convivencia en Europa (con partidos democristianos o socialdemócratas en el poder) se pone en cuestión ante el avance del neoliberalismo y por la crisis financiera, Noruega, una de las inventoras del sistema del bienestar, lucha por continuar en esa dirección; está en su ADN; navega por libre, como hace mil años, cuando sus antepasados vikingos se lanzaban al mar a tumba abierta en sus drakkar hacia Reino Unido, América (aún sin descubrir) y Bizancio. Noruega no ceja. Representa una equilibrada mezcla de capitalismo y colectivismo. De mercado y planificación, idealismo y realismo, neutralidad y afán de influencia, ingenuidad y estrategia. La cuestión es dar para recibir. "Soy generoso con mis impuestos porque el Estado es generoso conmigo". Un contrato entre la comunidad y el individuo que dura hasta la muerte. "Somos ciudadanos libres e iguales en la misma dirección", me dirá un sindicalista. En Noruega tiene más responsabilidad el que más tiene. Y no es difícil saber quién es. La información sobre los ingresos de cada ciudadano es pública a través de Internet.

Noruega camina discreta y sin aspavientos por esa tercera vía que le ha convertido en una potencia silenciosa; un próspero Estado ni emergente ni emergido que ocupa desde hace 30 años la primera posición en el Índice de Desarrollo Humano de las Naciones Unidas. Sus niveles de desempleo son anecdóticos; su renta por habitante, la mayor del planeta; su crecimiento, tras tres ejercicios titubeantes, se acercará este año al 3%; su deuda soberana es la más sólida del planeta, y tiene una completa paridad de género por ley tanto en el sector público como en el privado. Arnie Hole, directora general de Infancia, Igualdad e Inclusión Social, nos confirma que su ministerio tiene un presupuesto de 5.000 millones de euros (mil euros por habitante) "más que la suma de los ministerios de Pesca, Agricultura y Cultura juntos". El Estado de bienestar llega hasta el diseño y la arquitectura, que, según regula el Gobierno, debe "elegir soluciones ecológicas y energéticamente sostenibles, ser de buena calidad, promovida por el conocimiento y la competencia y visible internacionalmente". El Estado se reserva el papel de "salvaguardar el entorno cultural y velar por la herencia arquitectónica". Es una declaración de principios. Cuando pregunto a Andreas Vaa Bermann, arquitecto y director de la Fundación para la Promoción de la Arquitectura Nórdica, cuál es el objetivo del diseño en este país, contesta como un relámpago: "Mejorar la vida de la gente".

Noruega no se parece a nada; tampoco al resto de los Estados nórdicos, bajo cuyo yugo transcurrió parte de su historia. Los noruegos aún arrastran cierto complejo de inferioridad hacia sus vecinos. Aliviado en las últimas décadas por el bálsamo de los petrodólares. Hasta los años setenta, Noruega era el hermanito pequeño de Escandinavia. Unos campesinos aislados. "Lo que más deseaba un noruego era tener un Volvo con un chófer sueco", explica una profesora de la capital. "En parte lo hemos logrado; todos los camareros de Oslo son suecos; cobran más que en su país (no menos de 2.000 euros), y son más mundanos que nosotros".

Los noruegos no fueron tan cosmopolitas como los daneses ni tuvieron la tradición industrial y militar de los suecos; no tuvieron colonias ni participaron en guerras. En torno a esas pacíficas señas de identidad, Noruega iría acuñando una marcapaís de Estado frío, fiable y eficaz. Gracias a esa imagen ha conseguido una influencia internacional superior a su peso real. Noruega se ha convertido en el donante más generoso en cooperación internacional y un eficaz actor en la resolución de conflictos internacionales, como ocurrió en 1993 con los Acuerdos de Oslo, entre Arafat y Rabin con Bill Clinton de testigo, que se negociaron en secreto en la sede del FAFO, un think tank socialdemócrata. O, más recientemente, con la ex primera ministra laborista Gro Harlem Brundtland, muy activa en el proceso de paz del País Vasco.

Noruega ha seguido siempre su camino. En los mismos días en que estallaban los totalitarismos en Europa a comienzos del siglo XX, abolía la pena de muerte y se convertía en la sede del Nobel de la Paz. El primer rey del nuevo Estado, Haakon VII, exigió antes de ocupar el trono un referéndum para que el pueblo dijera si le quería; ganó; cuando tuvo que nombrar en los años veinte un primer ministro de izquierdas, profirió una frase que su pueblo recuerda con orgullo: "Soy también el rey de los comunistas".

El mar se convirtió pronto en su motor industrial gracias a la pesca y el transporte marítimo, unido a la generación de electricidad debido al gran caudal de agua dulce del país. Los noruegos se especializaron en diseñar barcos capaces de afrontar las peores condiciones y en la construcción de obras públicas. Viajar por la irregular y bellísima geografía del país supone atravesar decenas de estilizados puentes inmersos en la naturaleza, túneles interminables y navegar en sofisticados ferries sólidos como rompehielos. Ese dominio de la ingeniería le resultaría esencial cuando descubriera petróleo como embrión para desarrollar una industria nacional y no echarse en los brazos de las multinacionales. Hoy, Noruega, además de crudo, exporta conocimiento e innovación.

Su camino ha sido diferente al del resto de los países nórdicos. Para empezar, los noruegos optaron en dos referendos, en los años setenta y noventa, por dar la espalda a la Unión Europea (a la que sí pertenecen Finlandia, Suecia y Dinamarca). Ellos dicen que fue para salvaguardar sus cuotas de pesca y agricultura; lo que realmente querían defender era una soberanía nacional que no habían conseguido hasta zafarse en 1905 de Suecia en un pulso que ganaron sin pegar un tiro. Noruega es un pueblo viejo, pero un Estado joven. Empapado de romanticismo nacionalista. Celoso de sus tradiciones. A la primera de cambio, sus habitantes se lanzan a la calle ataviados con trajes regionales y la bandera nacional ondeando en la mano.

Dentro de esa línea de reafirmación nacional, los noruegos han defendido con ardor su modelo de sociedad frente a las instituciones europeas. Están, pero no están. No son miembros de la Unión Europea, pero forman parte del Espacio Económico Europeo. Han vuelto a poner en valor su particular visión de la sociedad y ese camino les ha mantenido a salvo de la recesión y los estertores del Estado de bienestar. La riqueza petrolera que engrasa toda la economía del país les hace reafirmarse en esa tercera vía; les proporciona 200.000 empleos y la mitad de sus exportaciones. Y un papel global: Noruega ya es el segundo exportador de gas y el tercero de crudo a nivel planetario.

No quieren cambiar. No lograron hacerlo los nazis a lo largo de una cruel invasión y administración del país durante cinco años a través del gobierno de un noruego títere (que hoy ningún noruego quiere recordar); ni los soviéticos, que les liberaron de Hitler para retirar a continuación su ejército sin exigir nada a cambio. Noruega, que tiene frontera con Rusia, fue el único Estado que Stalin no absorbió tras ocuparlo militarmente. Sin embargo, en 1948, un Gobierno de izquierdas anclaba la seguridad de Noruega a Occidente ingresando en la OTAN. Demostraban que su especialidad era navegar por aguas turbulentas. "Estar en la OTAN era una cuestión de subsistencia como país", explica un diplomático. "Teníamos a la URSS sobre nuestras cabezas y necesitábamos sentirnos seguros y dedicarnos a reconstruir el país, que estaba destrozado tras la guerra y con un 30% de desempleo. Estábamos con Estados Unidos en la Alianza, pero al tiempo nos negábamos a que la España de Franco entrara en la ONU. Teníamos una economía muy regulada y dirigida por el Estado. Éramos muy rojos".

Noruega representa un modelo irrepetible de sociedad nacido del aislamiento de una población escasa (cinco millones en un territorio con un tamaño de más de la mitad del de España) y homogénea en raza, cultura, religión y forma de vida (en los años setenta, un 94% de los ciudadanos eran de origen noruego, y un 86%, de religión protestante), cohesionada a través de un pasado de opresión por parte de sus vecinos y con una gran riqueza en recursos naturales. Con ese escenario uniforme y la omnipresencia del Estado, que regulaba las relaciones laborales y se aseguraba de que antes que una ley llegara al Parlamento hubiera consenso entre las fuerzas políticas, el progreso no se hizo esperar. El modelo funcionó en Noruega mucho antes de encontrar petróleo. El problema llegaría a partir de los noventa con la avalancha de inmigrantes que iba a desequilibrar esa eficiente sociedad monocolor. Hoy, con un 12% de población de origen extranjero, la tradicional confianza del noruego hacia sus vecinos se ha comenzado a agrietar; las formaciones xenófobas, a crecer (como en el resto de países nórdicos), y el Estado de bienestar, a sufrir conmociones que no estaban previstas.

La iglesia luterana (la oficial en este país) hizo también su aportación a ese cóctel social que hoy se etiqueta como modelo noruego: su sentido frugal e igualitario de la vida inspirado en el trabajo duro y la responsabilidad. La comunidad protestante asumía un doble papel de solidaridad y de control del individuo. Una función que después adoptaría el Estado. La ética del trabajo tiene mucho que ver con el milagro noruego. Sus habitantes son profundamente competitivos, trabajan desde jóvenes y vuelan pronto del hogar paterno; a cambio, saben que cuentan con el colchón del Estado si vienen mal dadas. Los noruegos se necesitan. Todos deben trabajar. Todos tienen que ganar mucho dinero, pagar muchos impuestos y gastar mucho (en un país donde una cerveza cuesta diez euros). El pleno empleo es la espina dorsal del modelo. Trabajas y pagas impuestos para costear la educación de los jóvenes y las pensiones de los viejos, al igual que esos viejos financiaron con sus impuestos tu educación y esos jóvenes pagarán tus pensiones en el futuro. El sistema se basa en el empleo y la confianza. Los noruegos se consideran ciudadanos iguales que marchan en la misma dirección. Sin distinción entre hombres y mujeres. Todos deben trabajar desde jóvenes: hombres, mujeres e inmigrantes. Ganar lo mismo. Y pagar impuestos. Lo confirma la directora general de Igualdad, Arnie Hole: "La igualdad tiene un componente moral, pero el principal motivo es económico. Una economía moderna y competitiva necesita las mejores cabezas y manos sin mirar de qué raza o sexo son. No podemos permitirnos el lujo de perder los mejores talentos. Y no se trata solo de fijar cuotas, estas deben ir acompañadas de políticas sociales para reconciliar el trabajo y la vida familiar. Tenemos que apoyar a las mujeres; si no, el desafío por alcanzar las posiciones más altas de su profesión será todavía demasiado alto para ellas y los niños no nacerán. Y los niños deben nacer porque son una inversión de futuro. Ninguna mujer en Noruega debe ser forzada a elegir entre su familia y su carrera. Ese es aquí un valor básico. Hemos creado 10.000 guarderías; las mujeres pueden coger un año de permiso maternal con el 80% del sueldo (o 10 meses con el 100%), y los hombres, 12 semanas. Hemos conseguido que el 80% de las mujeres trabajen y, al mismo tiempo, que el 82% tengan hijos menores de 10 años. Ese es nuestro futuro".

A partir de esos elementos, los noruegos han construido una sociedad donde la distancia que separa a los ricos de los pobres es pequeña. Están convencidos de que la desigualdad es corrosiva y corrompe a las sociedades. Algunos dicen que Noruega es el último Estado socialista de Europa.

Mas en:

http://www.elpais.com/articulo/portada/manual/buena/vida/elpepusoceps/20111030elpepspor_9/Tes